sábado, 7 de julio de 2007

Sin sentido...

Qué le pasa a mi cuerpo que ya no siente igual, no funciona igual, no respira igual... Tiene los tallos unidos a la tierra, las raíces volteadas al cielo y las hojas regadas en el tiempo... Unido a otro árbol. Busca once horas, eso ve, las mira detenida; once horas y once minutos de existencia; confundiendo el reloj con una carga eléctrica que corre por su espalda y muere sóla, resumiendo once minutos... Todos divididos entre tres. Se le volvió la piel del color más extraño; un verde oscuro rayado de amarillo... o amariyo qué más dá? Si la ll y la y suenan ambas igual. Ahora respira por detrás de las orejas, como los peces; hasta debajo del agua puede respirar, no tiene fondo ni volumen, sólo respira... Ya no me suenan coherentes las palabras que se escriben a medio papel, sin papel, con teclado, con la mente distraída y floja... sólo escribe, le dictan y escribe. Le dictan y escribe... un ensayo, un saber que nadie sabe, la redundancia de memoriar desmemoriado... sólo escribe lo que dictan... ellos dictan y ella escribe. Sin hilos para tejer palabras, no busques la secuencia, ya no...Hace mil temporadas atrás se perdieron los mundos. Hoy regresan dando bocanadas de aire, susurrando palabras en mi oido, dejándome loca y sin saber hacia donde correr.No te detegas, escribe, luego revisas para ver qué has escrito. Yo te pongo las palabras en las manos. Tu traduces mi aliento en letra, lo cantas, lo piensas, lo sientes, lo vives, sólo escribe. Que te toco las piernas y tus bellos, muy bellos, se alzan, revolucionarios cabellos que se alzan a mi mano. Vas sintiendo lo intangible y te gusta que te toque. Dices, tócame más , revuelca mis cabellos. Te toco, tú me sientes.Te miro desde la ventana, voltea la cara pero no me veas. Yo soy el que te hablaba cuando niña, quien jugaba con tus rizos por la noche y te contaba historias en el mar cuando dormías. Soy yo, el de la pierna rota, el que sin duda alguna te acompaña en tus carreras. Dime cuánto más esperastes para esribir esto, cuánto más para tumbarte en la espiral y rodar hasta abajo, desde arriba, a velocidad media, sin soltar el tiempo...